¿Quién paga las reparaciones en un piso de alquiler?

Para saber quién paga las reparaciones en un piso de alquiler debemos empezar por comprender las obligaciones que tiene el propietario de la vivienda. Estas son algunas de ellas:

• Se encargará del mantenimiento de suelos, paredes y techo: esto comprende circunstancias tales como la aparición de moho, goteras, una persiana que se viene abajo o, por ejemplo, una ventana que no cierra convenientemente. Es decir, el correcto mantenimiento del continente de la vivienda, es decir, de la estructura de la misma, corre a cargo del propietario.
• Tendrá que sustituir los electrodomésticos que no funcionen (cuando la vivienda se alquile con ellos incluidos): por ejemplo, si el horno o la nevera dejan de hacerlo, ojo, no por un mal uso del inquilino, sino por circunstancias accidentales, como una tormenta o, simplemente, porque ha llegado el final de su vida útil, el titular de la vivienda debe encargarse de su arreglo o sustitución.
• Velará porque las instalaciones de electricidad y agua funcionen bien: por ejemplo, si salta la luz constantemente o no sale agua caliente, el propietario tendrá que solucionar el problema en el menor plazo de tiempo posible. Es decir, el correcto funcionamiento de los suministros es su responsabilidad.

Una vez visto el contexto del propietario, toca valorar, ¿qué circunstancias son responsabilidad del inquilino? A continuación, detallaremos algunas de las situaciones más comunes en las que es el inquilino quien paga las reparaciones del piso de alquiler.

• Se encargará de las pequeñas reparaciones fruto del desgaste: la manilla de una puerta que se abre y se cierra con frecuencia o el atasco de una tubería de la cocina, son algunas circunstancias de las que deberá ocuparse.
• Tendrá que reparar los muebles y utensilios dañados: ya sea porque se le ha caído al suelo un jarrón que formaba parte de la vivienda alquilada, o porque ha forzado en exceso una puerta del armario. Situaciones así, son responsabilidad del inquilino.
• Resolverá las acciones no aprobadas por el propietario: por ejemplo, si se han pintado o taladrado paredes sin autorización, estas deben quedar tal y como estaban cuando se inició el alquiler (siempre y cuando el propietario así lo solicite)
   

¿Quién paga las reparaciones en un piso de alquiler cuando estas son pequeñas? La respuesta está en la Ley de Arrendamientos Urbanos, la cual establece los criterios que determinarán quién debe atender este tipo de desperfectos en la vivienda, dependiendo de las circunstancias. Ejemplificamos cada caso.

Saber quién paga un atasco en un piso de alquiler es importante, ya que esto no siempre está claro y suele ser un motivo frecuente por el que se producen discrepancias entre el inquilino y su casero. Por lo tanto, vamos a ver cómo se resuelven algunas de estas situaciones comunes:

• Atasco en el fregadero por acumulación de comida y otros residuos: nunca se debe utilizar el fregadero como basurero, ya que si se cuela comida, huesos de pollo o trozos de estropajo esto provocará, inevitablemente, un atasco que deberá asumir el inquilino de la vivienda. 
• Atasco en el váter por un mal mantenimiento de las cañerías: si el váter se atasca porque las cañerías son viejas o el mantenimiento nunca se ha realizado (o este no se hace con frecuencia), entonces, el propietario tendrá que asumir los costes para solucionar este problema. 

Está claro que el inquilino debe mantener las tuberías en buen estado, haciendo un buen uso de ellas (no tirando toallitas por el inodoro ni bastoncillos por el fregadero) y utilizando, de vez en cuando, un líquido desatascador que permita liberarlas de pelos que puedan haberse colado en la ducha, por ejemplo. 

Sin embargo, cuando la situación no se resuelve, el inquilino ha actuado bien y el problema radica en que las tuberías tienen ya muchos años y no están en muy buen estado, será el propietario el responsable de resolver esto.

Imaginemos ahora que el propietario sospecha que ha habido un mal uso de un electrodoméstico por parte del inquilino, aunque este lleve poco tiempo en la vivienda, pero no tiene forma de demostrarlo. ¿Qué ocurre en estas situaciones?

El primer paso es acudir al contrato de arrendamiento y verificar si existe alguna cláusula que especifique cuál debe ser la forma de actuar ante estos casos. Quizás, ante las dudas deba ser el propietario el que se encargue de asumir la reparación o, tal vez, se haya concretado que en estas situaciones el inquilino pagará el 50 % y el propietario el otro 50 %. Pero ¿qué ocurre si esto no se ha plasmado en el contrato?

Entonces, el segundo paso es disponer y hacer uso de la cobertura de un seguro de hogar completo. Así, el propietario no tendrá que asumir el coste en estas situaciones y tampoco en aquellas de las que él deba responsabilizarse. Y es que esta póliza ofrece mucha tranquilidad y evita tener que desembolsar una cantidad de dinero importante de manera imprevisible.

En este mismo sentido, y a la inversa, los inquilinos también pueden protegerse del pago de las reparaciones de las que ellos deban hacerse cargo. Para ello existe el seguro para inquilinos, que en el caso de Caser, no solo cubre los daños que puedan ocasionar en la vivienda, sino que también protege al inquilino frente a perjuicios que provoquen a terceros.