- Todo riesgo con franquicia.
La gran ventaja de esta modalidad es que con ella consigues que el precio de tu seguro sea más económico. A cambio, en caso de siniestro compartirás con la aseguradora los costes de reparación de tu vehículo. A la hora de asumir dichos costes, tú elijes la cantidad máxima de tu aportación: 900€, 600€, 360€, 300€ y 200€, pudiendo variar en función de las características de tu coche. Cuanto más elevada sea la franquicia que elijas, más económico será el precio de tu seguro a todo riesgo.
Esta modalidad es ideal si eres de esos conductores responsables que apenas tiene golpes, porque en contadas ocasiones tendrás que asumir costes de reparación y además, disfrutarás de la protección del todo riesgo a un precio más económico.
- Todo riesgo sin franquicia.
Esta es tu elección si quieres despreocuparte al 100% de posibles gastos extras, porque la aseguradora asume el coste total de las reparaciones. Ningún imprevisto afectará a tu bolsillo.