Si el coche lo conduce mi hijo, ¿queda cubierto?

Una de las principales dudas que suelen surgir en relación a los seguros de coche reside en el alcance de sus coberturas contratadas y sus posibles limitaciones en relación al conductor que se encuentre al volante en el momento del siniestro.

Este aspecto adquiere una importancia aún mayor en aquellos casos en los que un mismo vehículo es utilizado por diferentes miembros de una misma familia, y en especial si también es utilizado por los hijos.

Tal y como ya hemos comentado, no existe ningún tipo de problema en que tu hijo conduzca tu coche siempre y cuando hayas tenido la previsión de incluirle de algún modo en tu póliza. Esto es importante tanto si se trata de un conductor novel como si es un conductor habitual, ya que no importa tanto su experiencia al volante como el hecho de que las coberturas de tu seguro de coche se hagan extensibles a él.

Estos son algunos de los métodos para incluir a tu hijo en el seguro del coche y blindar así su responsabilidad en caso de siniestro:

• Incluir a tu hijo en tu seguro como segundo conductor. Es una forma de dejar patente que tu hijo es un conductor habitual del mismo coche que tú y, por tanto, que tiene todo el derecho a disfrutar de tus mismas coberturas.
   
• Otra opción es incluir a tu hijo en el seguro del coche como conductor ocasional, aunque para ello es indispensable que lo sea. Mentir en este tipo de situación podría provocar que no nos hagamos cargo a la hora de proporcionar cobertura en caso de siniestro.

Elegir una u otra modalidad, por tanto, depende del uso que tu hijo haga del automóvil. Es decir, puedes comenzar dando de alta al joven como conductor ocasional y, si se suelta y comienza a utilizar el vehículo de forma recurrente, convertirle en segundo conductor.

Lo que está claro es que, pase lo que pase, un conductor novel nunca debe circular sin seguro, ya que a pesar de que el automóvil esté asegurado en las ocasiones en las que tú vayas al volante, las coberturas quedarían anuladas de ser él quien ocasione un siniestro. Esto, como ya sabrás, haría que fuese la familia la que tuviese que hacer frente a todos los gastos derivados de un posible accidente, tanto propios como a terceros.