Bajo el término ciberseguridad se agrupan todas aquellas herramientas y protocolos que están dirigidos a la protección y minimización de daños frente a los diferentes ciberriesgos a los que están expuestas las empresas en el entorno digital.
A pesar de que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación son cada vez más seguras, gracias a las diferentes medidas llevadas a cabo tanto a nivel institucional como empresarial, la utilización del entorno digital para el desarrollo de las tareas profesionales de tu empresa implica la asunción de un considerable nivel de riesgo.
De hecho, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), nuestro país es el tercero del mundo en cuanto a número de ciberataques a empresas, de los cuales alrededor de un 70% están dirigidos a pymes.
Ante esta situación, cada vez es más imprescindible contar con una adecuada protección en este ámbito, a partir de la adopción de actuaciones relacionadas con lo que se conoce como ciberseguridad.
Dentro del término ciberseguridad se aglutinan diferentes medidas preventivas, protocolos de actuación y herramientas tecnológicas que están dirigidas a la protección y minimización de daños frente a todas aquellas prácticas que utilizan el entorno digital como medio para el desarrollo de fines ilícitos y delictivos.
En este sentido, apostar por la ciberseguridad implica tomar conciencia de la existencia de un número cada vez mayor de ciberriesgos, entre los que consideramos preciso destacar los que te mostramos a continuación:
- Acceso no autorizado a servidores, sistemas operativos y bases de datos de la empresa para su inutilización, sustracción o destrucción, mediante archivos malware.
- Acceso no autorizado a información corporativa confidencial.
- Suplantación de personalidad para el acceso y contacto no autorizado con clientes con fines fraudulentos, principalmente de carácter económico, como es el caso del phishing.