Los empastes dentales son útiles después de eliminar las caries para tapar los agujeros, aunque también se utilizan en la reparación de dientes rotos. Sin embargo, existen diferentes tipos de empastes dentales, cada uno con sus ventajas y desventajas, así como precio. Conocer cada opción al detalle, es esencial para tomar una decisión adecuada.
Existen diferentes tipos de empastes dentales, desde empastes de oro, hasta de resinas compuestas, ionómero vítreo, cerámica, porcelana o amalgama. Ahora bien, no todos están recomendados. Pues, por ejemplo, los de oro son llamativos, pero algunas personas tienen alergia a este material y, al mismo tiempo, pueden generar algo de sensibilidad.
Por otra parte, los empastes de ionómero de vidrio suelen tener una durabilidad bastante baja, y es por este motivo por el que suelen utilizarse como empastes temporales, ya que a largo plazo no son tan efectivos. Por lo tanto, a pesar de los diferentes tipos de empastes dentales hay algunos más seguros y recomendados que otros. ¿Cuáles son?
A la hora de hablar de seguridad de los distintos tipos de empastes dentales, juega un papel relevante el material con el que estén realizados y cómo afronte este el paso del tiempo. Así, seguidamente, podrás conocer un poco más sobre las características específicas de cada uno de los materiales más comunes utilizados para realizar empastes.
Quizás los empastes de amalgama no sean los más estéticos, sobre todo si se utilizan en piezas dentales anteriores, sin embargo, tienen una gran durabilidad. Además, si sufres bruxismo no tendrás que preocuparte por si se daña el empaste, ya que soportan bien este rechinar de los dientes. Asimismo, debido a su color, tampoco se corre el riesgo de que el empaste se vuelva amarillo. Es una opción económica.
La porcelana es otro material utilizado en los empastes dentales y en la actualidad se han preparado para que sea resistente a las manchas provocadas tanto por el tabaco, como por bebidas como el café o el vino tinto. El inconveniente de este tipo de empaste es que se puede desgastar o astillar con el paso del tiempo, aunque es muy resistente. Además, pasan completamente desapercibidos, al contrario que los empastes de amalgama. Eso sí, su precio es superior.
Los empastes de amalgama han generado controversia durante los últimos años, puesto que contienen hasta un 50% de mercurio y la posible toxicidad de este material ha sido motivo de preocupación. Sin embargo, varios especialistas han afirmado que no hay por qué dejar de usarlos, ya que este tipo de empastes dental es seguro y asequible. Si bien, el color no coincide con el de los dientes, es un empaste duradero en el tiempo.
Las resinas compuestas, también conocidas como composite, es un tipo de empaste que se adapta a cualquier pieza dental, lo que permite corregir problemas estéticos. Este empaste ha sido fabricado con un material sintético. La duración de este tipo de empaste es elevada, a pesar de que si se sufre bruxismo se pueden acabar dañando los empastes, provocando que deban ser sustituidos en un menor plazo de tiempo.
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