Los seguros de vida no suelen tenerse muy en cuenta hasta el día en el que llega el momento de hacer uso de ellos. No todo el mundo sabe cómo cobrar un seguro de vida por fallecimiento, por eso vamos a dejar muy claro qué tipo de documentación es necesaria para cumplir este trámite. Te contamos lo contamos.
Lo normal es que lo último que te apetezca tras perder a un ser querido sea empezar a reunir documentos. Sin embargo, la vida sigue y es mejor que lo haga recibiendo todo lo que esa persona tan especial decidió legarte estando aún en vida. Si eres el beneficiario de un seguro de vida, debes saber todo lo que necesitas para cobrar seguro un de vida por fallecimiento.
Ante todo debes recordar que esa persona lo quiso así, así que no estás haciendo nada malo por querer cumplir una de sus voluntades.
Lo primero que has de saber es qué documentos necesitas para acceder a la prestación por fallecimiento.
- Certificado médico de defunción
- Acta de defunción
- Datos del seguro de vida original y original de la póliza
- Acta de nacimiento del asegurado
- Certificado de matrimonio (siempre que se trate del cónyuge)
- Identificación de los beneficiarios
Algunos de ellos los llevamos siempre a mano, pero otros suele gestionarlos la persona que contrata el seguro de vida. De ahí la importancia de tener bien hablado dónde está toda la documentación del mismo y tener bien identificado cada papel, así será todo mucho más ágil y menos doloroso llegado el momento.
¿QUÉ PLAZOS TENGO QUE CUMPLIR PARA PRESENTAR LOS DOCUMENTOS?
Ahora que ya sabes cómo cobrar el seguro de vida de un familiar fallecido, te interesa saber cuánto tiempo tienes para hacerlo. Por Ley, este periodo se extiende hasta 5 años después de haber fallecido el asegurado del seguro.
¿Y por qué tanto tiempo? En muchas ocasiones los familiares ni siquiera saben que el fallecido tenía contratado un seguro de vida y no se entera hasta tiempo después, cuando decide poner todos sus papeles en orden. Por fortuna esta dinámica está cambiando durante los últimos años, ya que si el objetivo es proteger a quienes más se quiere y no se les cuenta, está claro que algo no está haciéndose como se debe.