Pensamos muy a corto plazo. Pensamos a media mañana en la comida de ese mismo día. El lunes en qué haremos el fin de semana.
Pensamos en el próximo libro cuando enfilamos las últimas veinte páginas del actual. Vivimos muy rápido y eso nos lleva a descuidar lo más importante: nuestra salud. Y es que la vida no es esquiva a los imprevistos, ni a los riesgos que pueden surgir en cualquier situación o lugar. Por ello, debemos tener seguridad y proteger nuestro presente y futuro, pero también el de nuestros más allegados. Hablemos de los seguros de vida.
¿Qué es un seguro de vida?
Pero antes de nada, ¿en qué consiste un seguro de vida? De manera resumida, se trata de una modalidad que proporciona una indemnización económica al asegurado o beneficiarios, ya sea por fallecimiento, invalidez o enfermedad grave del primero.
Motivos para contratar un seguro de vida
Es cierto, el término es áspero e intuitivamente tratamos de evitarlo, sin embargo, los seguros de vida están cargados de razones para ser contratados. Te las contamos.
Seguridad familiar
Y es que la cobertura principal de este tipo de seguros es la de indemnizar a los familiares cuando el asegurado fallezca. Con ello se consigue minimizar el impacto de la pérdida desde un punto de vista económico. Este punto es fundamental, sobre todo cuando las cuentas de la familia dependen de los ingresos del asegurado. A su vez, seguido al fallecimiento, el seguro abona un capital urgente para atender las necesidades más inmediatas.
En este sentido, puntualizar que es el propio tomador de la póliza quien decide a sus beneficiarios, es decir, las personas que recibirán las compensaciones económicas.
Cubre accidentes
Los accidentes de tráfico son causa protagonista tanto de fallecimientos como de casos de invalidez en nuestro país. De ahí, que los seguros de vida completos te ofrezcan además de la compensación por deceso, un capital adicional, en caso de que dicha circunstancia se produzca por accidentes.
Riesgo de invalidez
Todo gira en torno a situaciones azarosas y por lo general, sufrir una invalidez permanente puede ocurrir sin previo aviso, cambiándote la vida a ti y a los que te rodean. Verte impedido para trabajar y además con la posibilidad de tener que asumir tratamientos costosos, supone encontrarse de golpe y porrazo ante una situación económica cambiante y lanzada hacia el gasto. Disponer de un buen seguro de vida ayudará a estabilizar el plano monetario.
Cancela la hipoteca
El Instituto Nacional de Estadística nos dice que en Enero de 2018, el número de viviendas registradas con hipotecas había crecido un 9,2% respecto al mismo mes en 2017. Una tendencia creciente acerca de un préstamo con el que después hay que cargar. Pero, ¿qué sucede si falta quien responde a la hipoteca cuando aun no está liquidada del todo? Sin duda se estaría ante un importante lastre para los herederos poniendo incluso en riesgo la propiedad de la vivienda.
Las pólizas de vida ofrecen la tranquilidad de saber que será el seguro el que asuma los pagos restantes, para así liberar al resto de la familia.
Cobertura ante enfermedades graves
Cáncer, infarto, enfermedades arteriales o cerebrales… De nuevo una situación que altera la rutina y puede impedir al asegurado realizar su trabajo de forma óptima. En esta ocasión, el seguro de vida ofrece segundas opiniones médicas y asume la rehabilitación en según qué casos, además de recibir el tomador de la póliza el capital garantizado.
El futuro de los hijos
Los hijos son el epicentro de cualquier padre y madre. Por ello, algunos seguros de vida garantizan la continuidad de los hijos dentro del plan y centro de estudios que se le estuviera costeando en caso de fallecimiento por parte del asegurado.
Por tranquilidad
Y es que al final lo más importante es anticiparse. Saber que los tuyos van a estar protegidos y cubiertos económicamente en tu ausencia. Los seguros de vida son, en definitiva, el paracaídas perfecto ante enfermedades irreversibles y circunstancias imprevistas relacionadas con tu salud.