¿El seguro de salud cubre resonancias?

La realización de resonancias, así como de otras pruebas de diagnóstico, se encuentra incluida dentro de las coberturas básicas de las diferentes modalidades de nuestros seguros de salud.

Será indispensable que estas pruebas de diagnóstico se lleven a cabo a partir de la prescripción previa de un médico especialista incluido en nuestro cuadro médico.

En caso de que sea así, la protección de tu seguro de salud contemplará tanto la realización de la resonancia como los medios de contraste o radiofármacos empleados, siempre que el empleo de estos fuese necesario.

Por el contrario, no se incluye dentro de la cobertura relativa a esta protección los estudios o pruebas de diagnóstico relacionadas con investigación o de carácter científico, así como aquellas pruebas que estén relacionadas con tratamientos de cirugía estética.

Existen diferentes tipos de resonancia magnética en función de las necesidades de cada paciente y también de las condiciones de cada uno de ellos.

Por ejemplo, aunque lo habitual es que la resonancia magnética sea cerrada, algunas clínicas también ofrecen resonancias magnéticas abiertas para aquellas personas que puedan sufrir de claustrofobia al introducirse durante un tiempo prolongado dentro del aparato tradicional con forma tubular.

Si es preciso porque la prueba lo requiera, es posible realizar resonancias con contraste, un compuesto que recorre el torrente sanguíneo hasta el punto que se quiere analizar para ‘iluminarlo’ a ojos de la máquina de resonancia, permitiendo identificar con mayor facilidad dónde reside el problema de salud que haya necesitado de esta prueba diagnóstica.

Por supuesto, la RMN o resonancia nuclear magnética puede ser  realizada en cualquier parte del cuerpo en el que sea necesaria, ya que se trata de una de las pruebas diagnósticas más fiables cuando el equipo médico necesita observar el interior del cuerpo de forma poco invasiva con el objetivo, por ejemplo, de programar una cirugía.

De este modo, es posible realizar desde una angioresonancia, para obtener imágenes de los vasos sanguíneos de un individuo, hasta una resonancia magnética de mama o de corazón, por citar algunos ejemplos. Cualquiera de estos tipos de resonancia magnética estará cubierta por el seguro de salud de Caser, que siempre pone a disposición de sus asegurados el mejor instrumental médico de vanguardia.

Una de las principales ventajas de la resonancia magnética en relación con otras pruebas diagnósticas es que no necesita de radiación para funcionar. 

¿Significa esto que me puedo hacer dos resonancias magnéticas seguidas? No, lo normal es que solo se haga una al año, aunque dependiendo del caso y de las decisiones de los especialistas, podrían realizarse cada seis meses, e incluso una resonancia magnética cada tres meses.

En realidad dependerá de la afección del paciente, de su gravedad y de lo que determine el equipo médico que le atienda, pero al ser un estudio médico que se desarrolla con campos magnéticos muy potentes, se intenta limitar lo máximo posible su exposición a ellos.