Después de acudir a la consulta de un profesional sanitario, muchas veces es necesario realizar una prueba diagnóstica para poder disponer de más información sobre el estado de salud que presenta el paciente. Con el paso del tiempo, y gracias a los avances que se producen a nivel sanitario, el listado de pruebas diagnósticas se ha visto ampliado y mejorado. En este artículo vamos a hablar de la gammagrafía, una prueba diagnóstica de medicina nuclear.
Y es que, aunque su nombre te puede resultar familiar y actual, debes saber que ya se realizaban pruebas de este tipo en España alrededor de 1940, con el fin de diagnosticar la patología del tiroides.
¿Medicina nuclear? Entonces, ¿qué es exactamente una gammagrafía? Vamos con las respuestas a cada interrogante.
¿Qué es y para qué sirve una gammagrafía?
Ya hemos mencionado anteriormente que la gammagrafía es una prueba diagnóstica de medicina nuclear. Esta utiliza los rayos gamma para poder diagnosticar o estudiar una enfermedad. ¿Y de dónde salen los rayos gamma?
Estos son liberados por un trazador, fármaco radiactivo, que se distribuye por todo el organismo, siendo captado por los órganos. Entonces, se toman imágenes de la zona de interés donde se puede apreciar la distribución del radiofármaco. Así, se obtiene información sobre la morfología del órgano y sus posibles trastornos funcionales. De este modo, las imágenes son interpretadas por el médico para realizar un diagnóstico adecuado. Y, al contrario de lo que pueda parecer, esta prueba es poco invasiva.
De esta manera, la gammagrafía es una prueba muy solicitada para detectar una enfermedad inflamatoria, infecciosa o tumoral oculta. Y ahora que ya conoces qué es y para qué sirve la gammagrafía, pasemos a ver los tipos que se pueden realizar.
Tipos de gammagrafía
El principal uso de las gammagrafías es el diagnóstico de enfermedades. Por eso, existen diferentes tipos de gammagrafías focalizadas en diferentes especialidades. Para que las conozcas todas, te las enumeramos a continuación.
Los dos tipos más comúnmente solicitados son la gammagrafía ósea y la gammagrafía tiroidea. Luego, existen otros tipos como la cardiológica, la oncológica, la endocrina, del sistema digestivo, la cerebral, la renal o pulmonar, entre otras.
¿Cómo se hace una gammagrafía?
La gammagrafía se caracteriza por ser una prueba mínimamente invasiva. En relación con su duración, esta dependerá del tipo de prueba que se solicite, pudiendo tardar unos minutos, horas o incluso puede ser necesario realizarla en diferentes días. Lo que sí que no cambia es el procedimiento. Por ello, vamos a ver cómo se hace una gammagrafía y los diferentes pasos a seguir.
1- Lo primero que se realiza es la administración de radiofármaco, el compuesto radioactivo, que normalmente se inyecta por vía intravenosa, aunque también puede ser administrado de manera oral.
2- Ahora es momento de esperar a que el radiofármaco o trazador se libere por todo el organismo.
3- Una vez pasado el tiempo estimado, que estará marcado por el tipo de órgano que se pretenda analizar, se procederá a tomar las imágenes con la gammacámara.
4- En todo momento, el paciente permanece tumbado e inmóvil sobre una camilla. La gammacámara se situará en la zona de interés del estudio para detectar, así, los rayos gamma emitidos por el radiofármaco. De esta manera, se crean las imágenes que el especialista médico procederá a interpretar.
Una vez que finalice la prueba, el paciente eliminará el radiofármaco por la orina y/o heces. Por ello, se suele recomendar beber líquidos para que se pueda eliminar de una manera más rápida.
Llegado este punto, sí que existe una recomendación importante a tener en cuenta. Esta es que, inmediatamente después de someterse a una gammagrafía, no es posible estar en contacto ni con niños ni con mujeres embarazadas durante, normalmente, un mínimo de 24 horas.
Riesgos de una gammagrafía
Cuando una persona se somete a una prueba diagnóstica, siempre suelen atormentarle los riesgos que puede sufrir. En el caso de los riegos de la gammagrafía, solo es posible hablar de ellos para las mujeres embarazadas, debido a la radiación que puede afectar al feto. En este caso, será el personal sanitario el que valorará la situación y la urgencia o necesidad de realizar este tipo de prueba. Además, las mujeres que realicen lactancia materna deberán suspenderla de manera temporal, según el tiempo que les indique el especialista médico.
Por lo demás, la dosis administrada en una gammagrafía es muy baja, considerándose una prueba de imagen segura, tras la cual, se puede realizar una vida normal.
¿Cuáles son los efectos secundarios de una gammagrafía?
Al hablar de radiofármaco, seguramente venga a tu mente la siguiente cuestión: ¿qué efectos secundarios puede producir en el cuerpo del paciente que se tiene que someter a una gammagrafía?
En general, la gammagrafía no presenta efectos secundarios y no precisa de ningún seguimiento médico. Sin embargo, es poco frecuente que cause irritación o picor como reacción alérgica a la inyección del fármaco. De todas formas, ante cualquier síntoma fuera de normal es necesario consultar con un especialista médico.
Diferencia entre gammagrafía y TAC
Hay una serie de pruebas diagnósticas cuyo nombre suele sonar familiar. Una de ellas es el TAC. Pero, ¿qué hay detrás de esas siglas? Empecemos por el principio.
La Tomografía Axial Computarizada (TAC) es una prueba que se realiza para detectar lesiones en el organismo. Esta prueba de radiología se encarga de sacar imágenes de los huesos y los tejidos para indicar dónde y de qué tamaño son las lesiones producidas.
Aunque el TAC y la gammagrafía son ambas pruebas de medicina nuclear, existe alguna diferencia entre ellas. La principal diferencia entre la gammagrafía y el TAC reside en que para la primera es necesario disponer de un trazador o fármaco radiactivo. En cambio, para la realización de un TAC solo se aplican rayos X o, en algunas ocasiones, un contraste.
Diferencia entre gammagrafía y PET
Otra de las pruebas de medicina nuclear más realizadas en la actualidad es el PET. En el caso del PET, igual que pasa en la gammagrafía, se inyecta una sustancia radioactiva. Pero, ¿qué es exactamente un PET?
El PET o Tomografía por emisión de positrones es una prueba que se utiliza cuando se necesita estudiar la actividad metabólica de las células. Es clave para el diagnóstico y tratamiento de los pacientes con cáncer.
La principal diferencia entre la gammagrafía y el PET reside en que la primera se centra en la morfología del órgano y los trastornos funcionales, mientras que la segunda prueba muestra indicaciones sobre los cambios en las células.
En definitiva, las pruebas de medicina nuclear como la gammagrafía sirven para estudiar el organismo e identificar posibles enfermedades. Recuerda que este tipo de prueba diagnóstica tan específica está incluida en el seguro de salud de Caser.