Cuando hablamos de la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) nos referimos a una infección bacteriana que afecta a los órganos reproductores de las mujeres, como el útero o los ovarios. Algunos síntomas son leves, pero esto no significa que haya que retrasar el diagnóstico, puesto que, con el paso del tiempo, la enfermedad inflamatoria pélvica puede llegar a provocar cicatrices en estos órganos, y, con ello, infertilidad.
Como acabamos de mencionar, la EIP no siempre es sinónimo de síntomas graves, sino que estos pueden pasar desapercibidos. De hecho, hay casos en los que la mujer es asintomática, lo que, claro está, dificulta un diagnóstico precoz. Pero cuando la sintomatología se presenta, ¿cómo es?:
Este dolor no tiene nada que ver con el periodo menstrual y suele aparecer al mantener relaciones sexuales o en cualquier otro momento del mes. Hay que evitar confundirlo con algún otro problema, como el vaginismo.
El flujo vaginal con mal olor también es un síntoma de la enfermedad inflamatoria pélvica. Lo que sucede es que es posible confundirlo con una candidiasis u otra afección menor. Por eso, no hay que esperar para acudir al médico.
Este aparece durante las relaciones sexuales o entre periodos. En el caso de que el periodo sea irregular puede ser fácil confundirlo, por lo que hay que evitar que esto ocurra recibiendo un diagnóstico adecuado.
Las causas más comunes de la enfermedad inflamatoria pélvica son la gonorrea y la clamidia. Dos Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) que se contraen al no utilizar el preservativo durante el sexo. Aunque es verdad que puede haber otras bacterias implicadas en la EIP, estas son las más habituales.
Es una ETS que provoca que las mujeres se infecten con una bacteria, la Neisseria gonorrhoeae. La sintomatología suele aparecer antes de una semana después del contacto con una persona infectada y puede provocar dolor y ardor al orinar, relaciones sexuales con dolor, sangrado y secreción vaginal anormal.
La bacteria responsable en este caso es la Chlamydia trachomatis. El flujo vaginal anormal con un fuerte olor, así como la sensación de ardor al orinar son los síntomas más usuales. Es importante saber que tanto este caso como el anterior se curan con antibióticos, y esta es la única manera de deshacerse de la enfermedad.
La detección de la enfermedad inflamatoria pélvica se hace cuando la paciente presenta síntomas y tras haber probado diversos tratamientos (al confundirse la enfermedad con una infección con cándida o un sangrado intermenstrual normal) no hay respuesta alguna. Entonces, realizar un examen pélvico, análisis de sangre y orina y una ecografía será fundamental para concretar el diagnóstico.
Existen varias formas de prevenir la EPI para evitar que esta enfermedad afecte a la calidad de vida de las personas. Estas son:
En el momento en el que se diagnostica la enfermedad inflamatoria pélvica existen varias opciones de tratamiento. A continuación, exponemos algunas de ellas.
Este tratamiento consiste en recetar una serie de antibióticos que van a destruir las bacterias responsables de la enfermedad inflamatoria pélvica, como la gonorrea o la clamidia. Estos fármacos ayudarán a reducir los síntomas y superar la enfermedad. Generalmente, el tratamiento es largo, de unos 15 días.
Hay situaciones en las que el tratamiento antimicrobiano no funciona, probablemente porque se ha desarrollado una resistencia a los antibióticos. Cuando esto ocurre, es necesario que la paciente quede hospitalizada para que reciba la medicación y seguimiento apropiados para que la EIP mejore.
Es muy rara la cirugía en la EIP, pero hay circunstancias que la requieren. Por ejemplo, si se produce un absceso y este se rompe, o se ha creado un gran tejido cicatricial que está obstruyendo las trompas de Falopio, por ejemplo. La idoneidad de este tratamiento la determinará el médico.
La enfermedad inflamatoria pélvica puede pasar completamente desapercibida o bien, provocar síntomas que afecten a la calidad de vida de las mujeres. Por ello, todas las modalidades del seguro de salud Caser incluyen sin ningún tipo de coste adicional la especialidad de ginecología, para que acudas a consulta saltándote largas listas de espera y tengas un seguimiento continuado de tu salud.
Nota: El contenido de este artículo es meramente orientativo. En caso de presentar cualquier problema de salud, acuda a un centro sanitario. Toda sintomatología, diagnóstico o tratamiento debe ser valorado o prescrito por un especialista médico.
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