¿Cubre el seguro operaciones de fracturas o roturas en perros y gatos?

El precio de una operación de pata rota para un perro oscila entre distintas cifras en función del tipo de fractura que se haya producido. Lo mismo exactamente ocurre a la hora de hablar del precio de una operación de fractura de para en un gato, ya que la cuantía dependerá directamente del tipo de intervención que se requiera en cada caso. A continuación, os desglosamos el precio aproximado del tratamiento completo en caso de atropello con fractura:
 

Eso sí, las patas no son las únicas partes del cuerpo de los perros que pueden ser tratadas en caso de fractura. La mandíbula, la pelvis o la cadera, por ejemplo, son otras opciones en las que nuestros profesionales veterinarios pueden intervenir para solucionar cualquier problema de salud y garantizar una mejor calidad de vida a cualquier mascota.

Esta posibilidad, que en humanos suele ser anecdótica, es más que habitual en cualquier tipo de mascota. Ya sea por un pisotón accidental, por un mal golpe, un movimiento demasiado brusco o por un atropello, los perros y los gatos pueden sufrir fracturas en cualquier etapa de sus vidas. No es algo que se limite a los animales de compañía más mayores, ya que la inquietud de los jóvenes les juega muchas malas pasadas en forma de fracturas o roturas.

Los clientes de Caser Seguros que decidan asegurar a sus mascotas con el seguro de Caser disfrutarán de precios exclusivos en el tratamiento de la fractura. Porque con nuestro seguro de mascotas, protegemos tu bolsillo sin descuidar la salud de tu mascota. 

Tal y como hemos mencionado en el apartado anterior, existen diferentes tipos de fractura. Eso sí, estas diferencias no se limitan únicamente a la zona del cuerpo del animal en la que se producen, sino que también requieren de una u otra atención en función de su propia tipología.

Por eso es conveniente conocer los distintos tipos de fracturas que pueden sufrir las mascotas y cómo afrontar su tratamiento y recuperación:

• Fracturas en tallo verde: Se denomina así a las fracturas de huesos que no lo atraviesan por completo, sino que afectan únicamente a una parte de ellos. Su nombre proviene de las ramas de los árboles que se agrietan sin llevar a partirse.
   
• Fracturas cerradas: En este tipo de fracturas el hueso se ha roto por completo, pero no asoma a través de la piel, no produce ningún tipo de daño a la epidermis.
   
• Fracturas abiertas: Al contrario de lo que ocurre en las fracturas cerradas, en las fracturas abiertas el hueso sí que atraviesa la piel, provocando daños externos y la necesidad de una recolocación para que la rotura pueda comenzar su sanación. También se las conoce como fracturas compuestas.
   
• Fracturas epifisarias: Este tipo de fracturas suele darse en perros y gatos jóvenes, y se producen al recibir un golpe en las zonas blandas de los extremos de los huesos o incluso a causa de un movimiento demasiado violento.

Ante esto, ya sabes que con el seguro de mascotas de Caser tienes disponible el servicio de traumatología, con la cirugía necesaria, y las pruebas diagnósticas para tu mascota a un precio más asequible, con los descuentos exclusivos. Nuestro objetivo es asegurarte que podrás cuidar de tu mascota, sin que suponga un coste económico elevado para ti.

A pesar de que no pueden hablar, los síntomas de una fractura en perros y gatos son lo suficientemente llamativos como para no dejarlos pasar al detectarlos. Al fin y al cabo, se trata de la rotura de un hueso, y a ellos les duele exactamente del mismo modo en el que les dolería a los seres humanos.

Estos son los principales signos de que un perro o un gato pueden estar sufriendo una fractura:

• El dolor agudo es la principal manera en la que se manifiesta una fractura en una mascota, lo que provocará que el animal de compañía se queje, llore e incluso esté inquieto cuando se le quiera manipular. Conviene tener cuidado en este último caso, ya que es posible que intente revolverse y pueda incluso arañar o morder aunque no suela hacerlo.
   
• Los cambios en sus rutinas de movimiento son determinantes para darnos cuenta de que estamos ante una fractura de nuestro perro o nuestro gato. Ver que no apoyan una pata determinada, que les cuesta caminar o que arrastran las patas traseras son indicativos de una fractura en una pata, o incluso en la cadera.
   
• Al igual que ocurre en los humanos, es habitual que aparezca hinchazón en la zona afectada por la fractura ósea, por lo que en el caso de detectar este síntoma lo mejor será acudir cuanto antes a la clínica veterinaria más cercana.
   
• Más allá de la hinchazón, dependiendo del tipo de fractura, es posible que aparezcan deformidades, algo que se deja notar sobre todo en las extremidades.

Si se detecta cualquiera de estos signos, lo mejor es no pensárselo dos veces y acudir cuanto antes a la consulta de un especialista.