Cobertura de rotura de lunas
Si hablamos por ejemplo de una rotura de lunas, el seguro de coche incorpora una cobertura específica para este tipo de imprevistos. Con ella, te ahorras los costes que comentábamos en el apartado anterior, ya que esta garantía te cubre la rotura parcial o total de los cristales.
Para poder disponer de esta cobertura, debes contar un seguro a terceros ampliado o bien, un seguro de coche a todo riesgo.
Si quieres saber más, por aquí te contamos al detalle en qué consiste la cobertura de rotura de lunas.
La asistencia en carretera, ese salvavidas incluido en tu seguro
En este punto debes saber que si cuentas con un seguro de coche, cualquier imprevisto que te suceda mientras conduces tu vehículo, será atendida por la cobertura de asistencia en carretera. Esta supone una solución inmediata en caso de avería, accidentes e incluso robo de tu coche, durante un trayecto. Y además, está disponible las 24 horas del día. ¿Cómo actúa?, pues por ejemplo, si tienes un pinchazo durante el viaje, la aseguradora envía a tu punto de encuentro un vehículo de auxilio para cambiar la rueda y que puedas continuar.
Con la asistencia en carretera te garantizas también, que en caso de que no se pueda reparar tu coche en el acto, este sea remolcado hasta el taller más cercano.
Daños propios: para proteger tu coche frente a cualquier situación
Daños propios es una cobertura incluida única y exclusivamente en el seguro de coche a todo riesgo. Con ella la aseguradora se hace cargo de los daños o averías que sufra tu coche no solo en caso de accidente, sino también por inundaciones, vandalismo, incendio… Es decir, es el mayor nivel de protección que le puedes dar a tu vehículo frente a imprevistos.
La mejor parte es que en caso de que tu coche sea declarado siniestro total, recibirás una indemnización por el mismo valor de compra de tu vehículo, o bien por su valor venal, de esta forma, tendrás una importante base económica ya ganada para comprarte otro coche.