Los 5 derechos del inquilino

El propietario no tiene derecho ninguno a entrar en la vivienda mientras que, como inquilino, estés residiendo en ella. No puede hacer esto ni cuando estás ni cuando no estás, aunque puedes permitirle el paso si llama a tu puerta. No obstante, ten en cuenta que puedes negarte a que entre en la vivienda. Si lo hace, sin tu consentimiento, es denunciable.

Este derecho se recoge en la Constitución, concretamente en el artículo 18. En él, se deja claro que “el domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito”. Por lo tanto, ten esto muy presente para evitar invasiones en tu vivienda de alquiler indeseadas.

Otro de los derechos del inquilino que debes conocer es la posibilidad de negociar la duración del contrato. Generalmente, este se renueva anualmente durante un periodo de 3 a 5 años. No obstante, si buscas un alquiler más corto o más largo, debes hacérselo saber a tu arrendador, para que quede aclarado en el contrato.

Es muy importante que todo lo que negocies se especifique por escrito. Ya que, en el caso de reclamar, habrá que acudir siempre al documento que has firmado. Si no, todo lo que hayáis acordado de forma oral no tendrá validez alguna.

Entre los derechos del inquilino que no debes pasar por alto, está la solicitud de las reparaciones necesarias para que la vivienda sea un lugar habitable. Un ejemplo podría ser la aparición de moho u hongos en las paredes de las habitaciones que, como quizás ya sabes, es bastante perjudicial para la salud.

Asimismo, si una persiana está dañada debido a que tiene muchos años o el mantenimiento ha sido deficiente, pues esto también debe ser reparado por el propietario. En definitiva, son responsabilidad del propietario todos aquellos daños estructurales o de suministro que sufra la vivienda. Si quieres saber más en este sentido, aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre ¿Quién paga las reparaciones en un piso de alquiler?

La fianza es el pago por adelantado de un mes de alquiler, que se abona antes de entrar a vivir en la vivienda. Se trata de un dinero que funciona como una especie de seguro, por si acaso al abandonar el inmueble hay algún desperfecto o daño del que el propietario deba hacerse cargo. Como, por ejemplo, un espejo roto o un mueble dañado por un mal uso, o bien, un incumplimiento de contrato, como, por ejemplo, si has introducido animales de compañía en la vivienda cuando el propietario lo hubiese prohibido expresamente en el contrato.

Por otro lado, algunas de las situaciones en las que sí puedes y debes exigir la devolución de la fianza, en caso de que el propietario se niegue a ello, es, por ejemplo, cuando la vivienda esté en perfecto estado, tal y como se te entregó, o también, cuando te encuentres al corriente de todos los pagos. 

Finalmente, el último de los derechos del inquilino que debes conocer es que puedes abandonar la vivienda a partir de los 6 meses, sin que esto te penalice. Así lo establece la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y esto es válido siempre y cuando comuniques al propietario de la vivienda tu intención de abandonarla con, al menos, 1 mes de antelación. Sin embargo, observa bien si en tu contrato tienes alguna cláusula de desistimiento, en la que se especifique lo que puede suceder si abandonas el hogar antes del fin del contrato (pagar los meses que quedan, quedarte sin fianza, etc.)

Para terminar, si quieres estar 100% tranquilo cuando vivas de alquiler, en Caser Seguros encontrarás un seguro para inquilinos que te cubre ante daños ocasionados a terceros, desperfectos que provoques en la vivienda o en la de otros vecinos, cubre también tus pertenencias en caso de robo… Además, si tienes problemas con tu arrendador, esta póliza te permitirá recibir asesoramiento y defensa jurídica para que estés más tranquilo.