En cuanto a las aportaciones a los planes de pensiones de empleo, que son los promovidos por las empresas u organizaciones para sus trabajadores, las cuantías varían respecto a los productos de ahorro individual, ya que en este caso se pueden dedicar hasta 10.000 euros al año, sumadas las contribuciones de la empresa y del propio empleado.
Entonces, ¿cuánto se puede aportar a un plan de empleo? La normativa indica que el trabajador puede contribuir más que la empresa, pero nunca más de 2,5 veces lo que pone esta, y con condiciones. Es decir, si la empresa aporta 400 euros, es decir, 33,3 euros al mes, el empleado no puede dedicar más de 83,3 euros mensuales o 1.000 euros al año.
Además, individualmente podemos contribuir con los mencionados 1.500 euros. De forma que, si sumáramos esas dos cantidades, podríamos deducirnos 2.500 euros en la Declaración de la Renta del siguiente ejercicio.
Sin embargo, si la compañía contribuye con entre 501 y 1.000 euros anuales, en este caso el trabajador solo puede aportar el doble que la empresa, es decir, 2.000 euros como máximo, además de los 1.500 euros tope en planes individuales.
En el caso de que esta aporte 2.000 euros o más, el beneficiario solo podría igualar dicha cantidad, hasta un máximo de 5.000 euros cada una de las partes. Al llegar a 10.000 euros no habría posibilidad de añadir al plan individual.
En cuanto a la fiscalidad para la propia empresa, se pueden aplicar reducción en cuotas a la Seguridad Social según las aportaciones que realicen. El límite está en 115 euros al mes por empleado o en 1.380 euros anuales.
En todos los casos anteriores siempre que el trabajador tenga unos rendimientos íntegros del trabajo inferiores a 60.000 euros. En ese caso, independientemente del importe de la aportación de la empresa, el empleado, como máximo, sólo puede igualarla.