Los PPE aumentan su visibilidad entre las pymes
- Entre el 47 y el 48% de las pequeñas y medianas empresas han oído hablar de los Planes de Pensiones de Empleo, más que el año pasado.
24 octubre 2023 Ahorro y futuro
Se trata de lograr una relación sana con el dinero que nos permita tener planificado el presente y el futuro.
Podríamos definir la salud financiera como la capacidad de una persona para administrar de forma eficaz sus recursos económicos, tomar decisiones financieras conscientes e informadas y mantener un equilibrio adecuado entre sus ingresos y gastos, pero también en relación al ahorro y la inversión. Además, conlleva manejar deudas de manera razonable, tener un plan de actuación a largo plazo y, en el presente, estar preparado para enfrentar emergencias financieras.
Es decir, no se trata solo de acumular riqueza, sino de desarrollar una relación sana y equilibrada con el dinero, por lo que alcanzar la salud financiera es un proceso continuo que requiere disciplina, paciencia y dedicación.
Veamos tres pasos fundamentales para cultivar nuestra salud financiera.
Comienza por crear un presupuesto detallado que incluya los ingresos y gastos mensuales. Esto nos dará una visión clara de dónde va nuestro dinero y nos ayudará a identificar áreas donde se pueden hacer ajustes.
Además, es imprescindible revisar periódicamente ese presupuesto, de manera que podamos ajustarlo a nuestro plan financiero a medida que cambian los objetivos, aumentan o disminuyen los ingresos u otro tipo de circunstancias personales. Mantener cierta flexibilidad y estar dispuestos a adaptarnos a tiempos buenos y menos buenos es clave para mantener una salud financiera duradera.
El ahorro es fundamental para construir una base financiera sólida y aunque muchas veces parezca imposible apartar algo de dinero, siempre es posible arrancar unos euros que con el tiempo pueden convertirse en muchos más.
Lo ideal es establecer un porcentaje fijo de tus ingresos para ahorrar regularmente. No solo será de gran utilidad para afrontar la compra de una vivienda, sufragar gastos de educación o invertir en nuestro bienestar durante la jubilación, también hay imprevistos en el día a día que hay que afrontar, por lo que es imprescindible tener un fondo de emergencia para cubrir gastos no contemplados.
Una vez que hayas construido un colchón de ahorros, sería interesante considerar la posibilidad de invertir ese dinero para que crezcan con el tiempo. Para ello procura no enfocarte solo en el presente, ya que el objetivo es aumentar nuestro capital a largo plazo, que es cuando tendremos necesidades como complementar la pensión de jubilación.
Para que tu inversión sea lo más transparente posible para ti, nada mejor que mejorar los conocimiento sobre finanzas personales. Hay multitud de libros, podcast, tutoriales o asesores financieros profesionales que nos pueden ayudar. Cuanto más se entienda sobre cómo funciona el dinero y la inversión, mejores decisiones podremos tomar.
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