¿Qué aumenta la fidelización del empleado? ¿Más sueldo o beneficios sociales?
Muchas empresas buscan y desarrollan fórmulas tanto para atraer como para fidelizar al mejor talento
Es de sobra conocido que los empleados son un elemento clave en la ventaja competitiva de cualquier empresa. Por eso, muchas de ellas buscan y desarrollan fórmulas tanto para atraer como para fidelizar al mejor talento.
Uno de los instrumentos con los que cuentan en la actualidad son los Planes de pensiones de empleo (PPE) con los que la empresa ayuda al trabajador a ahorrar de cara a su jubilación. Se trata de una fórmula de ahorro muy extendida en Europa, y cada vez más valorada en España teniendo en cuenta las distintas proyecciones sobre la sostenibilidad de nuestro actual sistema de pensiones públicas. En este sentido, desde este año, el Gobierno está premiando su fiscalidad frente a la de los planes de pensiones individuales.
Sin embargo, en nuestro país, su implantación tiene aún mucho margen de crecimiento, y es que existe todavía un gran desconocimiento en torno a su funcionamiento y a los beneficios que aportan. Sobre todo, en el ámbito de las pymes y microempresas, cuyo peso en nuestro tejido productivo asciende al 98%. De hecho, el 65% de las empresas de menos de 50 empleados no ha oído nunca hablar de este producto de ahorro para la jubilación.
Es un dato que arroja el último estudio llevado a cabo por el Observatorio de Pensiones Caser: Planes de Pensiones de Empleo: ¿Cómo son percibidos por Pymes y Microempresas en España?
Es más, a fecha de hoy, solo un 3% de las empresas consultadas han contratado algún producto de ahorro para la jubilación de sus trabajadores, y de ellas, el 48% ha elegido un PPE. Las razones esgrimidas para llegar a esta elección, son tanto la capacidad de fidelizar a su equipo como los beneficios fiscales que aporta a ambas partes. Y la satisfacción de los empleados que lo reciben es muy alta (3,99 puntos sobre 5).
Ahora bien, este desconocimiento antes apuntado hace que un 16% de las personas que trabajan en empresas de entre 10 y 49 empleados, prefieran recibir más sueldo en vez de beneficios sociales. Esto unido a factores económicos, sobre todo, en el segmento de las microempresas, así como a tener otras prioridades, lleva a muchos empresarios que se han planteado apostar por este tipo de producto en beneficio de su equipo a retrasar su contratación.
Ante ello, es bueno, por tanto, recordar que, en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), cualquier subida salarial aumenta los rendimientos del trabajo, los cuales suman dentro de la base imponible general del mismo, de la que tras las reducciones correspondientes se obtiene la base liquidable general, y de esta, aplicada la escala de gravamen general, la cuota íntegra. Es decir, dicho incremento en la nómina supone mayores rendimientos del trabajo, mayor base imponible general y, por último, mayor resultado de la declaración.
Por su parte, el empleado que se beneficia de un PPE computa en su IRPF las aportaciones que hace su empresa a su favor como un rendimiento en especie que, destinado a un plan de pensiones, reduce directamente su base imponible, y, por tanto, el resultado de su declaración sea neutro.
A su vez, para la empresa, la aportación realizada al PPE es un gasto deducible en el Impuesto de Sociedades.
Por todo ello, podemos concluir que los PPE son uno de los beneficios sociales que mejor manifiesta el compromiso de la empresa con sus empleados, no sólo con su presente sino también con su futuro.
Por eso, favorecen la captación y motivación, fidelización y retención del talento.