Los PPE aumentan su visibilidad entre las pymes
- Entre el 47 y el 48% de las pequeñas y medianas empresas han oído hablar de los Planes de Pensiones de Empleo, más que el año pasado.
10 abril 2023 Ahorro y futuro
Lo leemos a diario en los titulares del periódico y lo sufrimos cuando vamos a comprar. Tras años sin alzas, llevamos meses en los que la inflación no para de crecer. Como inflación se denomina al aumento sostenido de los precios de los bienes y servicios de un país o zona medido en porcentaje.
Muchas veces se habla de la inflación como “el impuesto silencioso”. ¿Por qué? Porque actúa de manera sigilosa provocando poco a poco, pero sin pausa una pérdida en el valor adquisitivo de nuestro dinero. Si antes con 100 euros podíamos llenar la cesta de la compra a rebosar, al subir los precios de esos mismos productos, con los mismos 100 euros no podremos terminar de llenarla.
Bajo esa misma lógica, en situaciones de inflación elevada, el dinero que tengamos depositado en el banco en cuentas corrientes o depósitos sin remuneración suficiente estará también disminuyendo su valor. De hecho, hay que ser conscientes de que, si no ponemos a trabajar nuestro dinero y lo dejamos de invertir, con una inflación del 2% en solo 5 años el valor de nuestro ahorro se habrá depreciado cerca de un 10 %, y en 25 años lo habrá hecho en un 50%.
Si lo tenemos invertido, también es importante que cuando consultamos la marcha de nuestros ahorros no solo nos quedemos con la cifra absoluta, también hay que compararla con el crecimiento de la inflación en el mismo periodo. Así, si habíamos invertido 1.000 euros y un año después hemos ganado un 5%, tendremos 1.050 euros. Nos puede parecer un buen rendimiento, sin embargo, si en esos 12 meses los precios han subido hasta el 8%, en realidad, el valor de nuestra inversión ha bajado un 3%.
Por el contrario, si a esos 1.000 euros le sacamos en un año un 2% y la inflación solo ha aumentado un 0,5%, tasas que hemos visto incluso menores durante los últimos años, en realidad nuestro dinero ha ganado un 1,5% en capacidad de compra.
Queda clara así la conveniencia de tener como objetivo siempre en nuestras inversiones, al menos, batir a la inflación, ya que, de no ser así, en realidad, no estamos sacando el rendimiento aparente. Poniendo el objetivo en el largo plazo y utilizando instrumentos de inversión adecuados a nuestro perfil de riesgo, generalmente podremos lograr sortear la pérdida de valor de este “impuesto silencioso”.
Y para finalizar un apunte. También solemos escuchar mencionar que el IPC ha subido, sin embargo, hay que ser conscientes de que hay una diferencia esencial. Si la inflación es, como hemos dicho, la subida generalizada de los precios el Índice de Precios al Consumo, o IPC, se relaciona solo con una cesta determinada de productos. En España lo elabora mensualmente el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Contenidos relacionados:
Ver todos los contenidos